Capitulo 3: Las primeras víctimas

ADVERTENCIA:Gore y contenido psicológico, no me hago cargo de los posibles traumas que esto pueda provocar, avisados os habéis quedado
Y os voy a mostrar la ropa de Amy, que es la ropa que lleva mi hermosa Yuno *¬* 

Yuno ¿¡Por qué eres tan jodidamente sexy y kawaii!? *¬* ¡DAISUKI GASAI YUNO! X3
Bueno :3 comencemos con el cap

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-----A medida que el tiempo pasaba mis llantos fueron cesando hasta que por fin deje de llorar. Subí las escaleras hasta llegar a mi habitación para asomarme en la ventana y contemplar un ambiente navideño en la calle ya que pronto era ese día tan esperado por los niños, la navidad. Me quede un rato mirando la ventana para despejar un poco mi mente.

POV normal

-----Un erizo de ojos esmeralda claro al igual que su piel estaba en la oficina ordenando los papeles de todos los crímenes, asesinatos, suicidios y desapariciones hasta la fecha. Notó como una hoja sobresalía de la carpeta de desapariciones, la sacó y la comenzó a leer.
Cuando la terminó de revisar, vio que el apartado de conclusión estaba vacío.
Se levante de la silla y salio del despacho para aclarar cosas con el policía jefe.

---¿Qué significa esto? -preguntó con brusquedad poniendo el papel ante sus ojos

-----El muchacho empezó a leer el archivo hasta llegar al final.

---No lo se señor, solo sabemos que el caso de los Rose no se pudo resolver, no encontramos absolutamente nada; preguntamos en sus oficios, a sus amistades e incluso en los lugares que solían frecuentar. -respondió con un tono nervioso

---¿¡Cómo podéis ser tan estúpidos!? ¡En las investigaciones siempre se comienza por la residencia! -gritó provocando que todos miraran al erizo verde y al perro de color café

---Sí, señor. -contestó tartamudeando y con nerviosismo

-----Ambos se dirigieron hacia las escaleras hasta bajar a lo que era el sótano, en donde se encontraban todos los coches.
Decidieron coger el mas clásico, blanco con una línea con cuadros blancos y azules y arriba del todo estaba la sirena.
Se dispusieron a entrar al coche, Luis era el que conducía mientras que Chuck estaba en el asiento de al lado.
La gran puerta de la cochera se abrió y salieron a toda velocidad de allí.

POV Amy 

-----Note el ruido de un motor pararse, me estire un poco mas para divisar a un perro color café al igual que sus ojos y un erizo verde de piel al igual que sus ojos. Vi como se dirigían hacia la puerta de entrada.

---Mis primeras víctimas. -al finalizar la frase, una sonrisa macabra se dibujo en mi rostro

POV Chuck

-----Me pare un momento para poder contemplar mejor aquella casa, era una mansión de colores pastel, con un par de grietas y enredaderas; en cuanto al jardín, estaba en muy mal estado, había huecos de tierra en donde debería haber mas hierba, también había partes de césped mas grandes o mas cortas que otras.

---Jefe, no creo que haya nadie aquí, es mejor que nos vayamos. -voltee para ver que el joven no paraba de temblar por el terror que sentía

---No olvides el dicho del policía, "si no arriesgas no ganas" -debía admitir que también tenía miedo, pero no dejare que una casa en mal estado me intimide

---Policía, ¿Podemos entrar? -nada mas rozar la puerta esta se abrió haciendo que unos escalofríos pasaran por nuestras espaldas

-----Cuando la puerta se abrió del todo, pudimos divisar a una eriza rosada de ojos esmeralda de unos catorce años.

---¿Estas bien? -pregunte mientras los dos entrabamos a la mansión

---...-una sonrisa macabra se dibujo en el rostro de la adolescente

-----De repente, todas la puertas y ventanas se cerraron al instante, dejándonos en completa oscuridad.

---No vamos a hacerte daño. -dije intentando parecer tranquilo

---¿Qué queréis? -preguntó molesta

---Estamos investigando el caso de los Rose, ¿Podrías ayudarnos?

POV Amy

-----Quede paralizada, no podía moverme ni poder articular una sola palabra, ahora sabia que esas personas son tan solo un estorbo y que debía deshacerme rápido de ellos.

---¿Ocurre algo señorita? -cuestiono el perro color marrón

-----No pude resistirme mas, me lancé con rapidez y precisión hacia mis presas y comencé ha atacarlas a diestro y siniestro con uno de mis tantas armas blancas, un cuchillo de carnicero.
Ellos, al igual que yo, eran bastante rápidos y esquivaban con facilidad mis ataques, pero ellos no tenían en cuenta mi arma secreta.
Cuando el chico de ojos castaños esquivo mi último ataque, saqué con gran velocidad un cuchillo recién afilado y comencé a rajar su estómago dejando un gran charco de sangre y cayendo a la vez los intestinos.
El erizo verde me miro con horror, este corrió hacia la puerta intentando abrirla, pero, eso fue lo que marcó su sentencia de muerte. Alcé mi cuchillo y le raje desde la cabeza hasta la cintura, viendo nuevamente ese líquido color carmín. El cerebro estaba dividido en dos al igual que los pulmones y por último, el corazón, lo cogí y pude notar como daba sus últimas pulsaciones.


                       CONTINUARA...